viernes, 9 de diciembre de 2011

-A la santísima DI-


Desapareces y me condenas a tu olvido, Pensar en tinieblas quiere decir jamás, Los barcos vuelven al puerto, Pero las almas que se han querido Una vez separadas, alejadas, no vuelven jamás. Qué quiere decir la oscuridad que se acerca, La nube que cubre tu ausencia, me asfixia en desolación. Si mis sueños han sido mentira, ¿Porqué han quedado marcados los rastros que tu Cuerpo han dejado tan hondamente en mi corazón? El destino, el tuyo y el mío despiadado ha sido ¿Cómo poder al destino vencer? Tu ausencia quiere decir sombrío…No hay nada peor que habiendo poderte amado Ya nunca, ya nuca volverte a ver. Tan lejos se encuentran tu alma y la mía Tu ausencia quiere decir dolor. Tu ausencia me llega de noche, de noche sombría. Levanto mis ojos al cielo, y solamente le imploro…Por qué me roban tu luz.

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En verdad es difícil, diría imposible olvidarme de esa mirada rasgada…
Ciertas veces me llega una pena que se olvida de mi olvido, y se abre una puerta de un presente incierto, entrecerrada (o entreabierta, ya no lo sé) a los recuerdos; y solo entonces, ésta mi tristeza va edificando huecos, no uno ni dos ni mil, simplemente huecos, que se llenan da nada, de vacíos, buscando lo que se ha ido.