viernes, 9 de diciembre de 2011

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En verdad es difícil, diría imposible olvidarme de esa mirada rasgada…
Ciertas veces me llega una pena que se olvida de mi olvido, y se abre una puerta de un presente incierto, entrecerrada (o entreabierta, ya no lo sé) a los recuerdos; y solo entonces, ésta mi tristeza va edificando huecos, no uno ni dos ni mil, simplemente huecos, que se llenan da nada, de vacíos, buscando lo que se ha ido.

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