lunes, 8 de noviembre de 2010

De cierto mares...


Al empezar el día aún se respiraba ese aire incierto,

Confuso, fastidioso y anómalo.

Preludio a un distanciamiento previamente esperado?

Y que la inepcia, o tal vez la insania arenga a lidiar los miedos, mis miedos.

Al borde de las malas decisiones se aceptan las locuras

Y presto llamo al destino que devele de una vez por todas

Hunda su daga mortífera y me mate,

Y me atrevo y revivo, la respuesta es la inesperada.

Esa respuesta que me revive, que restaña a la savia

Que me ilusiona, me conforta y me reanima.

Y entonces es dulce, el dolor se ha largado

La musa se vuelve diosa, y desnuda mi alma.

La musa se ha vuelto diosa y no hay otra cosa que adorarla.

Y sin falsas modestias, presuntuoso sí tal vez,

Hoy puedo más que gritarlo, sabiendo consecuencias

¡La diosa ha querido pasar el día conmigo!

Y la noche se carga de poesía, el cantante así lo asume

Solo había que voltear a lado para comprobar dicha teoría

La inquietud se torna tan piadosa que me embargo de alegría

El corazón se desborda saturado y regocijante.

Y solo una musa-diosa o una diosa- musa

Puede conseguir que el tiempo se alargue y las calles se confundan

Y encontrar la manera de llegar a mi destino

Y aunque es hora del regreso, eso sí te dijo…

Cada vez que te apartas de mí: mi corazón se queda contigo!!!!

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